El pasado 3 de enero se cumplieron 30 años de la rúbrica del acuerdo del Concordato entre el estado español y el Vaticano. Desde nuestra opinión este acuerdo ha sido legislativamente el más bochornoso e intolerable de toda la pseudodemocracia española.
Estos acuerdos se firmaron en el Vaticano, seis días después de la entrada en vigor de nuestra Constitución, en evidente chalaneo de fechas, para conferirlos apariencia de constitucionalidad.Pero nada más lejos de la realidad. El articulado venía fraguándose desde 1976 entre políticos vinculados a la Asociación Nacional Católica de Propagandistas y representantes del Vaticano. Una burla intolerable.
Además, y lamentablemente, aquellos acuerdos no eran más que el lavado de cara del Concordato de 1953, y conviene señalar que esto significó reconocimiento internacional para un régimen dedicado a asfixiar libertades y asesinar a miles de disidentes. A su vez, el Vaticano, sin el menor empacho en suscribir pactos con un régimen que encarcelaba y mataba, se negaba a ratificar la Declaración Universal de Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
En el caso concreto de Villamalea, la iglesia no ha pagado su porcentaje de dinero correspondiente en las obras de la plaza de la iglesia y por lo tanto la hemos tenido que pagar entre todos los villamalenses.
Recordar también que la iglesia ha inclumpido el Concordato en el punto en el que dice que la iglesia intentará autofinanciarse, cosa que ni hace ni intenta. Hace poco el gobierno cambio del o,5% al o,7% el dinero con el que financiaba a la iglesia. Además,
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